La exposición es el resultado del ciclo creativo que se origina a partir de la concesión de la beca Pollock-Krasner Foundation de Nueva York en el año 2010 para el desarrollo de su trabajo.
Un conjunto de obras en el que utiliza la pintura (esa materia que mancha) y la superposición de otros materiales, como un recurso para fijar y estructurar espacios; lugares estáticos, puntos de apoyo para validar un pensamiento constructivo que la pintura valida como soporte y que, en esta ultima época, tiende a trazar como formas organizativas, aunando la esencia de la pintura –la apariencia- y los rasgos de la escultura – la volumetría instalada-, composiciones a veces reapropiadas de imágenes de sus mismos procesos de trabajo, que J. Balda retiene y reconstruye entre fragmentos.
Las obras así resueltas, contienen gestos y movimientos prolongados desde varios puntos de vista, formas asociadas con la dualidad entre el espacio plano y el tridimensional, que sugieren formulaciones escultóricas, trazas de arquitectura y de la señalética, con la incorporación de densidades y objetos exentos como contraste y paradoja visual.